Ya quedó atrás el primer encuentro del curso de aves, tantos nervios y miradas desconfiadas, caras de ¡¿adónde me metí...?! unos que presentan documento otros que miran la pared silbando para adentro.
Pasó también la segunda clase, con más información y datos de cómo manejarnos en el campo, del equipo y todo lo que necesitamos saber para ir a observar aves y lograr ver más allá de lo evidente, poder registrar lo irregistrable, escuchar los cantos sagrados, el sonido de la paz y el rumor de la naturaleza.
Y así de iluminados nos fuimos a la zeta, en un ventoso domingo que amenazaba con secuestrarnos pero no lo lograría, y seríamos como 20 los que subimos en caravana, encapuchados a enfrentar el frío de la estepárica lagúnica. Nada más lejos de la realidad diría mi otro yo, cuando estuvimos un par de horas mirando aves, registrando unas 20 especies en cercanías de la Zeta, tomamos unos buenos mates, observamos de cerca los biguáes abonados a las ramas de un sauce, golondrinas que desfilaban, los picos de plata que danzaban seduciendo a las hembras, los patos que pasaban silbando. Una gran mañana acompañada por un tímido sol que nos permitió disfrutar de la salida a pleno.
Pasó también la segunda clase, con más información y datos de cómo manejarnos en el campo, del equipo y todo lo que necesitamos saber para ir a observar aves y lograr ver más allá de lo evidente, poder registrar lo irregistrable, escuchar los cantos sagrados, el sonido de la paz y el rumor de la naturaleza.
Y así de iluminados nos fuimos a la zeta, en un ventoso domingo que amenazaba con secuestrarnos pero no lo lograría, y seríamos como 20 los que subimos en caravana, encapuchados a enfrentar el frío de la estepárica lagúnica. Nada más lejos de la realidad diría mi otro yo, cuando estuvimos un par de horas mirando aves, registrando unas 20 especies en cercanías de la Zeta, tomamos unos buenos mates, observamos de cerca los biguáes abonados a las ramas de un sauce, golondrinas que desfilaban, los picos de plata que danzaban seduciendo a las hembras, los patos que pasaban silbando. Una gran mañana acompañada por un tímido sol que nos permitió disfrutar de la salida a pleno.
Aves observadas en La Zeta
(si alguien registró otra la pone en un comentario al pie, por favor)
Phalacrocorax brasilianus Biguá
Theristicus melanopis Bandurria austral
Vultur gryphus Cóndor andino
Phoenicopterus chilensis Flamenco austral
Vultur gryphus
Phoenicopterus chilensis
Chloephaga picta Cauquén común
Anas sibilatrix Pato overo
Anas flavirostris Pato barcino
Anas georgica Pato maicero
Geranoaetus melanoleucus Águila mora
Caracara plancus
Milvago chimango
Vanellus chilensis
Xolmis pyrope
Hymenops perspicillata
Tachycineta meyeni
Notiochelidon [Pygoche] cyanoleuca
Troglodytes aedon
Turdus falcklandii
Anthus correndera
Diuca diuca
Agelaius [Chrysomus] thilius
Nos vemos!
Javier
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