Hace dos semanas tuvimos la idea de subir al Uritorco, pero la subida se frustró por falta de calzado apropiado. En consecuencia, con mi amigo y compañero de ascenso Ema, y sus alpargatas nuevas, nos fuimos a la costa del río del camping El Ranchito a matear y de paso a ver que aves encontrábamos en la base de ese místico cerro. Nos sorprendió la cantidad de zorzales chiguanco (Turdus chiguanco) y lo confiados que eran. Hasta el llamativo Pepitero de collar (Saltator aurantiirostris), que lo pensaba muy asustadizo, se acercaba a comer miguitas. Por supuesto, el infaltable "bicho feo" o "pito juan" mejor conocido como Benteveo, estaba ahi. Carpinteros reales (Colaptes melanochloros), torcazas, palomitas picui, horneros, cacholotes castaños (Pseudoseisura lophotes) haciendo sus nidos, garzas brujas, moras, ratonas y coloridos naranjeros o sietecolores (Thraupis bonaerensis) colgados de cabeza comiendo las semillas del Aguaribay. Conocí allí al Arañero de corona rojiza (Myioborus bruniceps), un pajarito miniatura de color amarillo intenso y con un casquito rojo. Chimangos, espineros crestudos (Coryphistera aleudina) en plena construcción de nidos también y yerutíes comunes (Leptotila verreauxi). Luego de una hermosa mañana a los pies del gigante, fuimos pa´la terminal de la pintorezca Capilla del Monte, un helado y Ema que se alejaba saludando sentado en un banco de la terminal.
Ahora estoy en el Valle Ecológico de San Marcos Sierras. Siento que estoy en el lugar indicado en el momento indicado. San Marcos no posee pavimento, el alumbrado público es casi inexistente y las casas no superan los 2 pisos. Los aromas de San Marcos y sus sabores me cautivan. La gente de este pueblito de aproximadamente 4000 hab., aprovecha mucho las plantas del lugar como alimento y para artesanías, muebles, etc. Hacen café, arropes, harinas, dulces y un sinfin de cosas con sabores que sólo se encuentran acá. Hasta la miel tiene un gusto especial, a Mistol y Algarrobo, que no podés dejar de comer! Claro que no es extraño ya que San Marcos es la capital de la miel.
Tambíen las aves aprovechan muy bien las plantas y sus exquisitos sabores. Vi tantos pájaros y pajaritos de tan diversos tamaños y colores que no sé por dónde empezar... El patio en el que estoy acampando es sobre una loma al E del valle. Cada mañana al despertar oigo una sinfonía de cantos y revoloteos que se calman al abrir el cierre de la carpa pero que continúan cuando vuelve la quietud. Hay una canilla afuera de la casa donde las aves se acercan a beber, si uno permanece quieto y silencioso se acercan bastante. Una mañana, tomando mates con Leo (el dueño de casa) sentados en la mesita cerca del bebedero, recibimos la visita de una familia de calandrias reales (Mimus triurus), un chingolito y un naranjero que venían a refrescarse... y no pude dejar de fotografiarlos
Es genial amanecer y encontrarse al sol con estas hermosas aves dando vueltas alrededor interactuando entre ellas y conmigo. He encontrado en San Marcos y alrededores (Río Quilpo y El Rincón) bandadas de tordos músicos, renegridos, zorzales, jilgueros, cotorras, loros quebracheros o calancates, gallinetas comunes, tres tipos de monteritas: la de pecho gris (Poozpiza hypochondria), la de collar (P. torquata) y la de cabeza negra (P. cinerea), pepiteros de collar y pepiteros chicos (Saltatricula multicolor), brazitas de fuego (Coryphospingus cucullatus), arañeros de corona rojiza y de cabeza negra (Geothlypis aequinoctialis), jotes, chimangos, caranchos, aguilas mora, patos barcinos, biguaes, martín pescadores, carpinteros reales y negros de garganta blanca (Dryocopus schulzi) hermosos, cacholotes castaños, halcones colorados y peregrinos, benteveos, piojitos comunes (Serpophaga subcristata), cachuditos, canasteros, palomas manchadas, torcazas y picui, picaflores cometa alucinantes, picabueyes, viuditas cenicientas (Knipolegus striaticeps), tacuaritas azules (Polioptila lactea) y creo haber visto al Batará mayor (Taraba major) macho, pero la distribución que figura en la guía de De la Peña y Rumboll (Birds of Southern South America and Anctartica) no abarca esta zona. Si alguién posee información sobre este ave agradezco muchísimo la colaboración. Pero sin duda, el ave que más me llamó la atención fue la hembra del cortarramas (Phytotoma rutila) y su plumaje de otro mundo.
Aves muy conspícuas y preciosas hay por estos pagos. Los sonidos, el viento, los cantos, el sol, los ríos, las estrellas, los aromas, la luna, los sabores, la tranquilidad y la falta de relojes; San Marcos lo tiene todo, esta época si bien es de sequía tiene una riqueza de formas y una energía que hacen sentirse a uno en un mundo paralelo.
Maria Pia Floria
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